"Antonio Santa Ana debuta con su primer libro de poesía, escrito con la misma sed que lo guía como el gran editor que es: un rastreo incesante de tesoros que nadie más que él podría rescatar. “La belleza está afuera”, sabe y anota, y por eso hay que ir en su busca, incluso quedándose quieto mientras la amada y el pasado se mueven a toda velocidad en dirección contraria. Buen viaje, amor, rescata versos escritos hace más de treinta años, aparecidos casi por casualidad en una limpieza hogareña. Un duelo amoroso es, de algún modo, también una caja de recuerdos que llega a destiempo, y así los hilvana Santa Ana en este poemario en el que “el deseo solo se obedece a sí mismo”. “Los perros que dibujo no paran de hablarme de vos”: navegante en el zig zag del amor y el desamor, y acompañado por un coro maestro de poetas dolientes, el autor de Los ojos del perro siberiano inaugura su camino entre las luces del silencio"