ENVÍOS SIN COSTOS A TODO EL PAÍS EN COMPRAS WEB SUPERIORES A $150.000

CONJETURAL Nº 72 – MASA Y PODER. ACERCA DE LACAN. SÍNTOMAS DEL MALESTAR. LÍMITES DE LA INTERPRETABILIDAD Escriben M.I. Cuba, Sara Glasman, Norberto Giarcovich, María Inés Cuba, Jorge Jinkis, Juan B. Ritvo, Eduardo Carbajal, Eduardo Grüner, A. Zanzotto y Luis Gusmán. Lacan no dudaba que el psicoanálisis rendiría sus armas frente a los callejones sin salida de nuestra civilización. Y en efecto, con terminología lacaniana y monotonía acrítica, se acomoda la subjetividad al funcionamiento imperante de nuestro tiempo. Ir a contramano de esa pendiente es una tarea que, por intimidad y contigüidad con la naturaleza de nuestra práctica, resulta algo prometido a ser incesante. Esa insensatez lleva a proseguir. Continuar, sin poder exceptuarse de la repetición, no se reduce a lo que el pasado nos obliga con el presente; implica comprometer a otros, incluyendo a quienes discrepan (solo podrían disentir lectores).

CONJETURAL 72 MASA Y PODER - GUSMAN LUIS GRUNER EDUARDO

$27.000
Envío gratis superando los $150.000
No acumulable con otras promociones
¡Solo quedan 2 en stock!
CONJETURAL 72 MASA Y PODER - GUSMAN LUIS GRUNER EDUARDO $27.000
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • El Espejo Libros - Casa Central Deán Funes 163, Paseo Santa Catalina - Local 4 y 5. Atención Lun a Vier 9.30 a 19.00hs Sáb 9.30 a 13.30hs

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

CONJETURAL Nº 72 – MASA Y PODER. ACERCA DE LACAN. SÍNTOMAS DEL MALESTAR. LÍMITES DE LA INTERPRETABILIDAD Escriben M.I. Cuba, Sara Glasman, Norberto Giarcovich, María Inés Cuba, Jorge Jinkis, Juan B. Ritvo, Eduardo Carbajal, Eduardo Grüner, A. Zanzotto y Luis Gusmán. Lacan no dudaba que el psicoanálisis rendiría sus armas frente a los callejones sin salida de nuestra civilización. Y en efecto, con terminología lacaniana y monotonía acrítica, se acomoda la subjetividad al funcionamiento imperante de nuestro tiempo. Ir a contramano de esa pendiente es una tarea que, por intimidad y contigüidad con la naturaleza de nuestra práctica, resulta algo prometido a ser incesante. Esa insensatez lleva a proseguir. Continuar, sin poder exceptuarse de la repetición, no se reduce a lo que el pasado nos obliga con el presente; implica comprometer a otros, incluyendo a quienes discrepan (solo podrían disentir lectores).