Humana e intelectualmente comprometido con su país, en estas páginas Taborda pone a la ciudad de Córdoba en el centro de su reflexión. Escribe buscando en el lector al ciudadano con quien dialogar, para analizar la modernización urbana en el marco del impulso industrial de la década del 40 del siglo pasado. Queriendo comprender qué es Córdoba en particular, se pregunta por lo que la palabra ciudad convoca y los significados que despierta en general. Y busca esas respuestas no en los diccionarios ni en los mapas, sino en la identidad del pueblo que la habita, en su gente, en su modo de vivir, de relacionarse con ella y a través de ella. Saúl Taborda no intenta responder con erudición extranjera ni importar respuestas, antes bien se esmera en descubrir las que nacen del lugar. Su vocación antropológica y su sensibilidad humanista lo llevan a preguntarse por el significado profundo de palabras que encarnan valores y empiezan, por entonces, a cobrar legitimidad. Evoca la historia y el espíritu de los fundadores e indaga en la vida colonial, preocupado por conciliar los cimientos del pasado con la fuerza del progreso.