Podría referirme a “Cuatro cuentos en cuatro cuerdas” como un conjunto de aventuras fantásticas, las cuales conducen en todo momento al lector a sumergirse tanto en universos que sólo son posibles bajo el ala de la ficción, como así también, en travesías vertiginosas hacia lo más profundo de su propio ser.

En “Relato de un billete de mil pesos” nos sumergimos en la aventura de un billete, el cual recorrerá todo tipo de travesías, mientras que le devuelve al público una mirada crítica y audaz sobre lo que este mismo piensa de las personas y cómo estas actúan al momento de gastar su dinero.

Podemos hablar de “Emovere” como una increíble travesía hacia el autoconocimiento por parte de su protagonista Ian, un joven que queda atrapado en un mundo fantástico, en el cual recorre todas sus emociones a medida que va avanzando a través de un ascensor mágico. 

“Liturum” trata de un joven, que luego de desarrollar una fuerte hipocondría, la cual lo carcome en lo más profundo de su ser, se decide por el estudio de la medicina y la ingeniería química con el objetivo de inventar compuestos químicos innovadores. En el transcurso de la historia, logra descubrir una medicina innovadora con la cual pretende cambiar el rumbo de la humanidad.

Por último, “El renacer de Esopo” es una historia fantástica ambientada en la antigua Grecia, donde nuestro protagonista, Alex, es la reencarnación de Esopo, y nos cuenta su propia historia de vida. En esta, narra el momento de transición en el cual fue enviado al cielo y pudo conversar con los protagonistas de su fábula: la liebre y la tortuga. Es a través de aquella conversación que logra obtener una visión de los hechos completamente distinta a la que había imaginado como autor de la obra.