Este libro narra la experiencia vivida por una institución que, animándose al cambio, logró mejores vivencias para sus alumnos. Es un testimonio cercano, concreto y evaluable de lo hecho por una comunidad educativa que, frente a los problemas que vive la gran mayoría de las escuelas, convirtió esas dificultades en una oportunidad conformada por un desafío permanente que la llevó a hacer algo nuevo. El propósito es que pueda servir de motivación para quienes se propongan pensar en la escuela como algo diferente. Dentro del relato, el lector encontrará ideas de autores como Lev Vygotsky, Paulo Freire, David Perkins, Howard Gardner, Miguel Ángel Santos Guerra, Michael Apple, Donald Schön que, de alguna manera, inspiraron esta transformación. La analogía con la novela El nombre de la rosa es oportuna: una epopeya de cambio paradigmático inserta en una pelea epistemológica sobre cómo salir del pensamiento de la Edad Media y cómo entrar a la ciencia positiva, símil de la actual epopeya de cómo salir de la “abadía” del sistema escolar en el que estamos, para desarrollar posibilidades de encontrarnos, desde la escuela, con el conocimiento del siglo XXI.