LA CALAVERA DE MENGELE ESTETICA FORENSE - KEENAN - WEIZMAN

En 1985 se desenterro en Brasil el cuerpo de uno de los ultimos criminales

de guerra nazi que quedaban sin juzgar, Josef Mengele. El complejo procesonbsp;

de identificacion de los huesos abrio una “tercera narrativa” en las investi-

gaciones de crimenes de guerra –tras la del documento o la del testigo– in-

corporando una aproximacion forense para la comprension de los crimenesnbsp;

de guerra y los crimenes contra la humanidad. En el mismo periodo delnbsp;

descubrimiento del esqueleto de Mengele, varios cientificos empezaron anbsp;

aparecer en los casos de derechos humanos como testigos expertos, convo-

cados para interpretar y hablar en representacion de los objetos –a menudonbsp;

huesos y restos humanos–.

La introduccion de estos objetos en los juicios trajo consigo complicacionesnbsp;

esteticas, politicas y eticas que evidenciaban las dificultades para lograr unanbsp;

alternativa fija y estable a las incertidumbres, ambiguedades y ansiedades delnbsp;

testimonio humano. En los restos organicos, el rastro del sujeto no puede sernbsp;

eliminado del todo; por ello, la presentacion de estos objetos ante los juzgadosnbsp;

y ante la opinion publica ha difuminado en ocasiones la linea que separa anbsp;

estos de los sujetos, y a las pruebas de los testimonios. Los huesos de Mengele,nbsp;

desde la mesa del laboratorio, contribuyeron de forma decisiva al nacimientonbsp;

de esta nueva forma de entender los procesos judiciales, al advenimiento denbsp;

una nueva estetica forense.