Esta etnografía busca comprender, desde una perspectiva antropológica, las formas de selección de jueces y juezas en la provincia argentina de Córdoba, llevado a cabo por el Consejo de la Magistratura. Las pesquisas realizadas durante más de cuatro años de trabajo de campo –entre 2016 y 2020– mostraron una creencia compartida sobre el “foro local” referida a la discrecionalidad que existiría durante los concursos públicos, fundamentalmente en una de sus etapas, secreta e inasequible: la “entrevista personal”. La investigación pretende aportar conocimiento socialmente relevante y lo hace desmarcándose de miradas jurídico-normativas de corte acusatorio, buscando dar cuenta -desde una antropología de las gestiones preocupada por costumbres consolidadas institucionalmente- de las miradas de los consejeros y de los marcos de interpretación en tornos a los concursos, donde “ser buena persona” y “tener la toga puesta” constituyen categorías nativas utilizadas para completar silencios legales y, finalmente, elegir a las personas que accederán a la magistratura.