Esto es un manual de psicopatología. Dirigido a todos los potenciales lectores pero con especial preferencia por los profesionales en formación. No estudia enfermedades sino el malestar de las personas y los modos de subjetivación. Se preocupa por los síntomas. Primero, por su fenomenología y su sentido; después, por su asociación en síndromes y configuraciones subjetivas. El Manual persigue un doble objetivo. Por un lado, responder a la simplificación y el desinterés actual por el estudio de la psicopatología. Hoy los tratados de Psiquiatría son una simple ampliación de las clasificaciones diagnósticas. No se profundiza en los síntomas ni en sus mecanismos. No se estudia la angustia, el delirio, la alucinación, la tristeza o la obsesión. Se dan por sabidos. Abordados como si fueran entidades naturales, cuya observación bastaría para aclararlos, los síntomas se han convertido en una suerte de microdiagnósticos que se agrupan en torno a la etiqueta principal. Hecho que no deja de sorprender cuando son lo más complejo de entender y diferenciar. Por otro lado, pretende servir de aparejo al profesional en su intento de comprender la clínica psiquiátrica. Para acercarnos lo más posible a su conocimiento, siempre incompleto, necesitamos una serie de pertrechos conceptuales. Nosotros proponemos dos instrumentos principales: el deseo y el lenguaje. Utensilios básicos, a nuestro parecer, para la comprensión fenomenológica de los síntomas y la preocupación por la subjetividad del paciente. El lector los encontrará en una Caja de Herramientas, dispuesta para intentar preocuparse menos por lo que tiene el paciente y empezar a preguntarnos por lo que le pasa. La psicopatología actual, ahogada por el modelo biomédico hegemónico y la trivialidad de las clasificaciones nosológicas, carece del rigor, precisión y brillantez del pasado. El propósito de este texto es elaborar un modelo que recupere la psicopatología clásica y la enriquezca con algunas aportaciones psicoanalíticas imprescindibles. Una teoría, sin embargo, que rechaza instalarse como una verdad, a sabiendas de que cuando creemos conocer el malestar del otro siempre ejercemos un poder innecesario y alienante. Este Manual de psicopatología aspira a proporcionar una caja de herramientas clínicas asequible para todos, que nos permita entender a las personas a las que acompañamos, requisito previo a cualquier intervención. Con esta intención clasificamos la subjetividad, evitando el diagnóstico, nos preguntamos por el síntoma, considerándolo una defensa, y promocionamos el trato con la gente, no su necesidad de tratamiento. Al mismo tiempo, el Manual aspira a ser un testimonio de compromiso social y asistencial. Para ello se enmarca en el contexto de La Revolución Delirante, un movimiento abierto, originado en Valladolid (España) por jóvenes profesionales de la salud mental, que propone una línea de pensamiento con dos pilares fundamentales. El primero, la necesidad de una formación independiente y rigurosa que facilite el cuestionamiento y, el segundo, la defensa de la locura como una experiencia subjetiva legítima que debe ser respetada. Vivimos tiempos en los que el malestar individual queda despojado de su componente subjetivo y social. El diagnóstico psiquiátrico no sólo descontextualiza a las personas, sino que es la excusa para ejercer la privación de derechos y la aniquilación de identidades. La Revolución Delirante pretende ser un testigo crítico de esta realidad para, desde dentro, intentar cambiarla.