ENVÍOS SIN COSTOS A TODO EL PAÍS EN COMPRAS WEB SUPERIORES A $150.000

Tejer con los lazos de la locura ¿Por qué estoy aquí? ¿quién me ha traído? ¿Quién me paga y para qué? ¿Qué debo hacer? El que pregunta ya sabe. Fueron momentos conmocionantes que, de a poco, se transformaron en encuentros. La fuente de todas las verdades y de todo el caos es la vida cotidiana, el estar nomás. Para ese estar no hay explicaciones aciertos lúdicos, fundantes de sentido para la vida. Es el cuerpo la solución, no el problema. Abordar ese centro de realidad que es la vida cotidiana. ¿Qué es la locura entonces? Hombres sobre los cuales, reconózcanlo no tienen otra ventaja que la fuerza. Qué importa quién habla las faltas del lenguaje las palabras prohibidas las palabras blasfemas. Las palabras sometidas a otro código cuya clave está en la palabra misma. Un teatro que muela los sonidos de las palabras un campo donde el artista es el baqueano que nos guía La sensación de estar en un pueblo de linyeras, no de lo que llaman psicóticos. Prefiero al pueblo que come de la tierra el delirio del cual nació. Un personero, un delirio geográfico, lejos de amilanarse, es todo un trabajo de deslocalización el que tenemos que llevar a cabo diariamente. Sólo metiéndose en el delirio del otro, y luego saliendo juntos por donde se pueda. Se tiene que tener cuidado de ser solo el partero del cambio del otro y no pretender ser el padre del cambio, ser asesor, no dueño. Por eso hablamos de campo de locura: ni diversidad funcional ni campo de la enfermedad mental. Nuestro trabajo es entrar con lo que tenemos, con lo que nos rodea y de a poco ir descartando lo que no nos sirve para hacer de ese camino una nueva posibilidad subjetivante. ¿Qué es la locura entonces? La locura será la gran reserva de sentido: esas alusiones verbales, esas relaciones cabalísticas, esos juegos de homonimia, esos retruécanos, esa transfiguración del término en la intención inefable, esa fijación de la idea en el semantema, esos híbridos del vocabulario, ese cáncer verbal del neologismo, ese naufragio de la sintaxis, esa duplicidad de la enunciación, pero también esa coherencia que equivale a una lógica. Que muestra el agujero del que surge el lenguaje. El don de las lenguas no fundado en la noción de lo bello sino en el chiste. Esta es una invitación a trabajar en torno de la locura con el trabajo de la locura que no tiene ni antes ni después testimonio del estrago que provoca el portar espantosamente a los muertos. Clinicar: una manera de sublevarnos, estar pacientemente al lado, acompañando un decir, un mostrar, un dolor o un nuevo estar. Un secretario, la persona a quien se le confiaba algún secreto al servicio de sostener la palabra de aquel a quien sirve. Seres inconclusos, secretario de personajes invisibles, especialista en hechos suprimidos de los anales, aquel que cuenta la historia gesticulando. Aquel que cuida, un doble ritual. Analista Histrión. Therapon. Maneras de cuidar la caída en existencia. No me aparto del drama social que domina a nuestro tiempo. Lo que ocurre es que el juego de mi títere dirá mejor a cada cual el riesgo que lo tienta, cuando se trata de la libertad. A quién llamar a quién llamar desde el camino tan alto y tan desierto. Hay un delirio poético, delirio es salirse del surco. El delirio son instantes. Puede durar toda la vida. Claudia Huergo/ Paulina Cruzeño Montaje a partir de los textos del libro Tejer con los lazos de la locura: 20 años Seminario Casandrino de Rosa López, Editorial Caracol, 2024 La tinta

TEJER CON LAZOS DE LA LOCURA 20 AÑOS DE SEMINARIO CASANDRINO 2004-2024 - ROSA LOPEZ

$32.000
Envío gratis superando los $150.000
No acumulable con otras promociones
¡Solo quedan 2 en stock!
TEJER CON LAZOS DE LA LOCURA 20 AÑOS DE SEMINARIO CASANDRINO 2004-2024 - ROSA LOPEZ $32.000
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • El Espejo Libros - Casa Central Deán Funes 163, Paseo Santa Catalina - Local 4 y 5. Atención Lun a Vier 9.30 a 19.00hs Sáb 9.30 a 13.30hs

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Tejer con los lazos de la locura ¿Por qué estoy aquí? ¿quién me ha traído? ¿Quién me paga y para qué? ¿Qué debo hacer? El que pregunta ya sabe. Fueron momentos conmocionantes que, de a poco, se transformaron en encuentros. La fuente de todas las verdades y de todo el caos es la vida cotidiana, el estar nomás. Para ese estar no hay explicaciones aciertos lúdicos, fundantes de sentido para la vida. Es el cuerpo la solución, no el problema. Abordar ese centro de realidad que es la vida cotidiana. ¿Qué es la locura entonces? Hombres sobre los cuales, reconózcanlo no tienen otra ventaja que la fuerza. Qué importa quién habla las faltas del lenguaje las palabras prohibidas las palabras blasfemas. Las palabras sometidas a otro código cuya clave está en la palabra misma. Un teatro que muela los sonidos de las palabras un campo donde el artista es el baqueano que nos guía La sensación de estar en un pueblo de linyeras, no de lo que llaman psicóticos. Prefiero al pueblo que come de la tierra el delirio del cual nació. Un personero, un delirio geográfico, lejos de amilanarse, es todo un trabajo de deslocalización el que tenemos que llevar a cabo diariamente. Sólo metiéndose en el delirio del otro, y luego saliendo juntos por donde se pueda. Se tiene que tener cuidado de ser solo el partero del cambio del otro y no pretender ser el padre del cambio, ser asesor, no dueño. Por eso hablamos de campo de locura: ni diversidad funcional ni campo de la enfermedad mental. Nuestro trabajo es entrar con lo que tenemos, con lo que nos rodea y de a poco ir descartando lo que no nos sirve para hacer de ese camino una nueva posibilidad subjetivante. ¿Qué es la locura entonces? La locura será la gran reserva de sentido: esas alusiones verbales, esas relaciones cabalísticas, esos juegos de homonimia, esos retruécanos, esa transfiguración del término en la intención inefable, esa fijación de la idea en el semantema, esos híbridos del vocabulario, ese cáncer verbal del neologismo, ese naufragio de la sintaxis, esa duplicidad de la enunciación, pero también esa coherencia que equivale a una lógica. Que muestra el agujero del que surge el lenguaje. El don de las lenguas no fundado en la noción de lo bello sino en el chiste. Esta es una invitación a trabajar en torno de la locura con el trabajo de la locura que no tiene ni antes ni después testimonio del estrago que provoca el portar espantosamente a los muertos. Clinicar: una manera de sublevarnos, estar pacientemente al lado, acompañando un decir, un mostrar, un dolor o un nuevo estar. Un secretario, la persona a quien se le confiaba algún secreto al servicio de sostener la palabra de aquel a quien sirve. Seres inconclusos, secretario de personajes invisibles, especialista en hechos suprimidos de los anales, aquel que cuenta la historia gesticulando. Aquel que cuida, un doble ritual. Analista Histrión. Therapon. Maneras de cuidar la caída en existencia. No me aparto del drama social que domina a nuestro tiempo. Lo que ocurre es que el juego de mi títere dirá mejor a cada cual el riesgo que lo tienta, cuando se trata de la libertad. A quién llamar a quién llamar desde el camino tan alto y tan desierto. Hay un delirio poético, delirio es salirse del surco. El delirio son instantes. Puede durar toda la vida. Claudia Huergo/ Paulina Cruzeño Montaje a partir de los textos del libro Tejer con los lazos de la locura: 20 años Seminario Casandrino de Rosa López, Editorial Caracol, 2024 La tinta