ENVÍOS SIN COSTOS A TODO EL PAÍS EN COMPRAS WEB SUPERIORES A $150.000
La tortura parece una abominacion de epocas pasadas. Se diria que hablar de ella nos hace retroceder a los tiempos oscuros de la Inquisicion o nos refiere a la idea de una humanidad tosca e imperfecta. Sin embargo, la tortura vuelve a estar de plena actualidad. Tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial, un sistema penal libre de tortura y tratos degradantes distinguiria las democracias de las dictaduras y los regimenes totalitarios. Pero lo cierto es que se ha tratado de un espejismo. No solo las democracias no han abandonado la tortura -que han seguido practicando dentro y fuera de sus fronteras-, sino que, con la mayor naturalidad, tras el 11-S el debate sobre la licitud de la tortura ha quedado abierto. Y aumenta el numero de partidarios de una tortura civilizada: ¿por que no recurrir al interrogatorio exhaustivo, incluso a la tortura no letal, si con ello se salvan vidas inocentes? ¿que objecion cabria hacerle a la tortura si se le fijan unos limites y la opinion publica es tenida al corriente?. Frente al pragmatismo de quienes reducen la tortura a la contabilidad de vidas en juego, hay que recordar que, desde siempre, la tortura forma parte del poder soberano que decide sobre la vida y la muerte a traves de un biopoder que controla la vida para administrar el tormento: la tortura no es un medio para arrancarle informacion a quien se resiste a darla, ni tiene por finalidad el dar la muerte, sino hacerla experimentar en vida.

TORTURA - DONATELLA DI CESARE

$31.500
Envío gratis superando los $150.000
No acumulable con otras promociones
Che... ¡No te lo pierdas, es el último!
TORTURA - DONATELLA DI CESARE $31.500
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • El Espejo Libros - Casa Central Deán Funes 163, Paseo Santa Catalina - Local 4 y 5. Atención Lun a Vier 9.30 a 19.00hs Sáb 9.30 a 13.30hs

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.
La tortura parece una abominacion de epocas pasadas. Se diria que hablar de ella nos hace retroceder a los tiempos oscuros de la Inquisicion o nos refiere a la idea de una humanidad tosca e imperfecta. Sin embargo, la tortura vuelve a estar de plena actualidad. Tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial, un sistema penal libre de tortura y tratos degradantes distinguiria las democracias de las dictaduras y los regimenes totalitarios. Pero lo cierto es que se ha tratado de un espejismo. No solo las democracias no han abandonado la tortura -que han seguido practicando dentro y fuera de sus fronteras-, sino que, con la mayor naturalidad, tras el 11-S el debate sobre la licitud de la tortura ha quedado abierto. Y aumenta el numero de partidarios de una tortura civilizada: ¿por que no recurrir al interrogatorio exhaustivo, incluso a la tortura no letal, si con ello se salvan vidas inocentes? ¿que objecion cabria hacerle a la tortura si se le fijan unos limites y la opinion publica es tenida al corriente?. Frente al pragmatismo de quienes reducen la tortura a la contabilidad de vidas en juego, hay que recordar que, desde siempre, la tortura forma parte del poder soberano que decide sobre la vida y la muerte a traves de un biopoder que controla la vida para administrar el tormento: la tortura no es un medio para arrancarle informacion a quien se resiste a darla, ni tiene por finalidad el dar la muerte, sino hacerla experimentar en vida.